Una vida larga, es una oportunidad para ser más felices
Jubilarse proviene del latín “Jubilare” y significa Gritar de Alegría.
Uno no puede jubilarse de la vida
La esperanza de vida va aumentando de manera progresiva. Esto significa que la «vida útil» del ser humano, más allá de su vida laboral (dentro del mundo empresarial y/o institucional) se prolonga significativamente (20 años en promedio).
Muchas personas viven con gran intensidad su vida laboral, pero no siempre están preparadas para afrontar un largo período de «jubilación», lo cual puede producir enfermedades y, sobre todo, una autopercepción vital sin propósito y sin demasiadas ilusiones.
A lo largo de la vida laboralmente productiva, dedicamos poco tiempo para planificar nuestra “transición de vida” y nos puede sorprender este momento a contrapié o sin un plan que nos permita disfrutar plenamente de todo lo que hemos atesorado en los años previos, con propósito y plenitud mental.
Lo cierto es que a lo largo de nuestra vida profesional vamos actualizándonos progresivamente y tratamos, por todos los medios de caminar al paso que las circunstancias laborales y sociales nos demandan. Hay como un sentimiento de que ésta “vida laboral” nunca se va a acabar”.
Especialmente en las personas que tienen una responsabilidad gerencial, ésta funciona como una adicción que les lleva a depositar en ella gran parte de su propósito de vida y es, al mismo tiempo, la fuente más importante de frustraciones, anhelos y desvelos.
Pero hoy la neurociencia nos demuestra, que gracias a la neuroplasticidad cerebral, a pesar de la edad, podemos detener y revertir el declive de nuestras facultades cognitivas, logrando nuevos aprendizajes “Podemos ser dueños de nuestro cerebro con disciplina, dedicación y entrenamiento aventurándonos a lo nuevo, afrontando los retos, practicando el ejercicio tanto como se pueda, alimentándonos con una dieta saludable, meditando y manteniendo nuestra atención en el presente”.
Como fruto de esta reflexión , sustentada por la propia vivencia personal, he trabajado en el diseño de un programa de Coaching cuyo principal objetivo es dar continuidad a nuestra vida, adaptándola al nuevo contexto y con el firme propósito de potenciar nuestra felicidad con nuevos horizontes y propósito de Vida
Este programa de Coaching para la Transición de Vida consiste en acompañar a cada persona para que sea protagonistas de su futuro mediante el diseño ilusionante de esta nueva etapa, para que realmente esté llena de luz y optimismo, circunstancias todas que contribuirán de manera directa a una salud envidiable, y a su equilibrio emocional y psicológico.
Pero no se trata de esperar a que llegue el momento de la jubilación o retiro, todo lo que vamos a trabajar comienza a influir en su vida desde ahora mismo.
Es un proceso en el que va a tomar conciencia de lo que quiere conseguir y a responsabilizarse de que la posibilidad de lograrlo está en cada uno, si se comienza a hacerlo desde este mismo instante.
Y si algo debemos tener en cuenta, es que cada momento es irrecuperable y el futuro no se improvisa.
Para ello, el programa debe abordar todos los aspectos clave desde dos perspectiva, cada una de las cuáles abarca diferentes dominios:
- La Introspección’ que trabaja la predisposición ante esta nueva etapa vital, las creencias limitantes para abordarla, los pensamientos y sentimientos que se convierten en emociones
- La Acción’ que establece lo que hay que hacer, los recursos necesarios, los “cuándos y los comos”
Desde cada perspectiva abordamos diferentes dominios o ámbitos donde situar los sueños y aspiraciones. Desde cada uno de ellos veremos el punto de partida y cómo se puede convertir en realidad algo que hoy solo se sitúa en el ámbito de los deseos.
En este camino vamos a definir los objetivos y a priorizarlos. Se trata de hacer un plan ilusionante y que realmente se comprometa en su logro.
Después de los objetivos, hay que definir la ruta. Muchos propósitos se nos quedan en el papel. No hay nada más gratificante que diseñar una ruta y lograr culminar el camino trazado
Para transitar por esa ruta, seguramente se va a necesitar incorporar nuevas herramientas y habilidades. Deslastrarse de creencias limitantes sobre uno mismo y sobre el entorno, descubrir potencialidades y competencias que han estado relegadas…en fin, poner en valor todo lo que cada uno es para disfrutarlo a tope en esa etapa de madurez personal y profesional.
Pero igualmente va a ser muy importante desarrollar una red de apoyo, no solo de la familia, sino de amigos, colaboradores y de otras personas, que también han decidido correr el maratón de la vida, disfrutando del camino.
- Fase de Introspección: Básicamente estaremos dando respuesta a las siguientes preguntas en los diferentes dominios y definiendo la predisposición ante la nueva etapa vital:
¿Qué siento?
¿Dónde estoy?
¿Qué quiero?
¿Qué espero?
¿Qué conozco?
- Fase de Acción: Que concretará para cada dominio los “cómos”, es decir la manera de lograrlos, con sentido realista, dinámico y sin perder de vista el objetivo de ilusión, felicidad y equilibrio
¿Qué voy a hacer?
¿Qué necesito para hacerlo?
¿Cómo lo voy a hacer?
¿cuándo lo voy a hacer?
¿Con quién lo voy a hacer?
¿Qué te parece? Me gustará conocer tus opiniones sobre esta propuesta. Saber si está dentro de tus expectativas y si conoces a alguna persona que le pudiera interesar, en cuyo caso, te ruego les hagas llegar este artículo.
Mis coordenadas son:
Facebook: José Luis Altolaguirre
Celular: 88884648